Cocinar durante tres minutos el agua con la soja, el azúcar y el vinagre.
En un wok con aceite muy caliente freír el pollo, previamente adobado con el ajo y el jengibre, con la piel hacia abajo por tres minutos hasta que este dorado y la piel esté crujiente. Darle la vuelta, bajar el fuego y dejarlo por 10 minutos más.
Agregar la salsa, déjalo cocinar hasta que la salsa se evapore un poco.
Cortar y servir preferiblemente rociado con semillas de sésamo.